En 2021, la mejora de la movilidad y consecuentemente de la actividad económica, fruto de la mejor evolución de la crisis sanitaria gracias a las vacunas, se produjo también una rápida mejoría en las cuentas de las empresas, que puede observarse con claridad en la evolución de la rentabilidad financiera en todos los segmentos de PYME. La rentabilidad de los propietarios de las PYME rebotó con fuerza en las PYME, invirtiendo la importante caída experimentada en 2020 e igualando e incluso superando la rentabilidad de 2019. Las microempresas experimentaron con mayor fuerza el rebote de sus beneficios, y aumentaron su rentabilidad financiera el 44% en 2021, pasando del 4,1% del año anterior al 5,9%. Las pequeñas mejoraron el 36%, pasando del 6,1% al 8,4% en 2021. Las medianas subieron su rentabilidad financiera el 25%, pasando del 6,4 en 2020 al 8,4% en 2021. Solo las medianas quedaron por debajo de 2019 en este apartado.
Es una de las conclusiones del estudio “Las PYME españolas con forma societaria 2016-2020 y avance 2021”, elaborado por el Colegio de Registradores, sobre las cuentas anuales presentadas en los registros mercantiles y dirigido por el Catedrático de Economía Financiera y Contabilidad de la Universidad Politécnica de Cartagena, Domingo García Pérez de Lema, junto con el Catedrático de Métodos Cuantitativos para la Economía de la Universidad de Murcia, Antonio Calvo-Flores Segura.
Cifra de negocios y Resultado neto
Las dos cifras coyunturales más clásicas de las PYME, su cifra de negocios y el resultado neto del ejercicio, mostraron claramente en su valor medio por empresa los efectos de los últimos años de crecimiento sostenido, el brusco descenso de 2020 y el rebote experimentado en 2021 con una rápida recuperación a valores por encima de los previos a la pandemia, siendo especialmente intensa la subida en el resultado neto del ejercicio. Este último indicador, creció más en las micro, subiendo el 47% sobre 2020, seguido de las pequeñas, en las que subió el 31,8%, y finalmente subió el 22,6% en las medianas mostrando crecimientos más intensos cuanto menor es el tamaño de la empresa, de forma coherente con la rentabilidad financiera ya analizada en el apartado anterior.
Los detalles se ven en el gráfico siguiente:
Empleo total, fijo y no fijo
Por lo que respecta a los datos de empleo medio, en 2021, comparado con la situación existente en 2020, destaca la resistencia del empleo durante esta crisis, muy distinta en su origen a la prolongada crisis económica que comenzó en 2008. Por segmentos de tamaño de empresa, las microempresas incrementaron globalmente el tamaño de sus plantillas en 2021, mientras que pequeñas y medianas las redujeron muy levemente.
En detalle, las microempresas incrementaron su empleo medio al pasar de 3,38 trabajadores por empresa en 2020 a 3,48 en 2021, aumentando ligeramente fijos y no fijos, y situándose en términos de empleo de forma similar a 2019. Las pequeñas empresas redujeron ligeramente su empleo medio total pasando de 18,82 trabajadores en 2020 a 18,75 en 2021, reduciendo muy ligeramente su empleo fijo y manteniendo el eventual, aunque todavía un poco por debajo de 2019. Por último, las medianas también redujeron ligeramente su empleo medio total, pasando de 84,29 trabajadores en 2020 a 82,97% en 2021, sin alcanzar tampoco la cifra de 2019. La tendencia general durante los últimos cinco años analizados en todos los segmentos de PYME muestra un avance de la contratación fija frente a un descenso de la contratación eventual. Los detalles anteriores se aprecian en el siguiente gráfico:
Se mantuvieron en 2020, no obstante, las mismas conclusiones de estudios anteriores: la reducida dimensión de las PYME españolas, con 3,5 trabajadores totales en las microempresas, 18,8 en las pequeñas, y 83,0 en las medianas; y la mayor proporción de empleo fijo en la plantilla media de las microempresas, con el 81,6% frente al 77,7% en las pequeñas, y el 79,1% en las medianas.
I+D
La primera conclusión al observar el número de empresas que declara inversiones en I+D según su tamaño es que el hecho de presentar inversiones está correlacionado positivamente con el tamaño empresarial; ya que en 2020 tenían gastos netos en I+D activados el 15,8% de las grandes empresas, el 14,6% de las medianas, el 8,8% de las pequeñas y el 4,0% de las microempresas. Se pueden extraer varias conclusiones del estudio:
– La dimensión (Activo Total medio) de las PYME que declaran inversiones en I + D es superior a las que no lo declaran.
– Las cifras promedio de endeudamiento con entidades de crédito, salvo para el caso de las muy grandes empresas, son superiores en el grupo de entidades que declaran gastos en I+D.
En cuanto a la intensidad de inversión en I+D, en el caso de las microempresas se observan los primeros lugares para empresas dedicadas a actividades de los servicios relacionadas con las tecnologías de la información y comunicaciones y alguna manufactura de tecnología media, como “Fabricación de bicicletas y de vehículos para personas con discapacidad”. Entre las empresas pequeñas, los servicios de alta tecnología son los más representados, y comprenden a empresas vinculadas al ámbito de las tecnologías de la información y comunicación, las de investigación y desarrollo experimental y servicios de ingeniería. También aparece una actividad de la industria de tecnología alta (la fabricación de equipos de telecomunicaciones). Los sectores que aparecen en el ranking de empresas medianas son similares con los descritos para las pequeñas.
En resumen, se observa que la inversión en I+D de las empresas analizadas se incrementa en los sectores más tecnológicamente avanzados y también con el nivel de los gastos medios de personal (indicativos de mayor cualificación y de mayor aportación de valor del factor trabajo); y disminuye con la disponibilidad de tesorería y la mayor eficiencia de sus activos para generar cifra de negocios (lo que sugiere que, en esas favorables circunstancias, la necesidad de gasto en I+D disminuye).
Fuente : Registradores de España